Con goles de Fernando Marques, Sebastián Giovinco y Jonathan Biabiany, Parma remontó de local en el Tardini el gol de Wesley Sneijder y le ganó por 3 a 1 a Inter.
Este resultado aleja a los nerazzurri de la zona Champions, puesto que se quedaron con 55 unidades y ahora se ubican solos en sexta posición, mientras que el conjunto de Donadoni suma nada menos que 50 puntos y ocupa la octava plaza.
Se le había puesto bien el desafío a los milaneses, que a pesar de un empiezo algo blando, al treceavo minuto pasaron en ventaja. El mérito del 1 a 0 fue de Alvárez, quien recuperó un balón en su propria trescuartos, se la llevó hasta la trescuartos rival y con inteligencia premió la subida de Stankovic: el serbio, entrando algo por derecha, amagó el remate y en cambio puso un centro bajo hacia el área chica, que Milito no alcanzó por poco pero que si pudo interceptar Sneijder, para anotar con un zurdazo poderoso con el arco libre pero desde posición bastante esquinada.
El 1 a 0 le puso en las manos las llaves del partido a Inter, que en efecto controló el trámite sin grandes dificultades y le concedió apenas una chance al local en todo lo que quedó de la primera etapa, cuando Giovinco no logró meterse por el medio y luego Biabiany remató afuera.
En el complemento el guión parecía ser el mismo, es decir con los nerazzurri administrando cómodamente la ventaja, pero en tres minutos, entre el octavo y el décimo, los milaneses tiraron todo al aire.
Primero Giovinco le robó el balón a Lucio cerca del vértice izquierdo del área (punto de vista del delantero) y así pudo escaparse todo solo hacia el arco rival y tocarla justo cuando Samuél intentó cerralo, dejándolo sólo adelante del arco casi libre a Marques para un gol bastante fácil.
Luego, el mismo talentoso delantero azul y oro picó justo al límite del off-side, recibió el pelotazo largo de Galloppa, lo encaró a Julio Cesar y definió perfecto con un toque de interno derecho inapelable, que tocó el travesaño y se metió adentro.
La ventaja de Parma cambió completamente el match y así la visita se vio obligada a salir a buscar un gol. En ese marco, los nerazzurri, entre otros ataques, tuvieron dos clarísimas chances para igualar el marcador, pero los remates de Zárate y Sneijder, ambos desde excelentes posiciones, lograron apenas susurrarle a los postes sus ganas de gol, antes de perderse por el fondo.
Mucho más cínico el equipo emiliano, que el minuto 38 puso nocaut a su rival con el 3 a 0: Giovinco inspiró la jugada con un buen pelotazo desde el círculo central, Okaka, quien estaba adelantado, dejó pasar y se desinteresó del balón, y así pudo llegar por izquierda a toda velocidad Biabiany, quien picó el balón por arriba de la salida baja de Julio Cesar, gambeteó con un enganche para el medio a un defensor y pateó con el arco libre.
Inter no quiso rendirse y cuando faltaba muy poco al final rozó el descuento, cuando Pavarini salió cerca del límite del área para anticiparlo a Zárate pero el balón le quedó ahí a Cambiasso, quien rápidamente puso el centro para la cabeza de Milito: el argentino metió un gran frentazo, pero Lucarelli salvó con un verdadero milagro justo sobre la línea.
Inesperada cuanto encomiable la performance de Parma, que a pesar de estar más que a salvo se está jugando todos los partidos y está sumando un verdadero récord de puntos. Además, viene nada menos que de 5 triunfos consecutivos y 6 en 7 partidos.
Primera derrota para el Inter de Stramaccioni que, probablemente, pagó demasiado la especulación y la intención de administrar el resultado para cansarse lo menos posible en vista del clásico del domingo contra Milan. Algo que, por como están las cosas, prácticamente le costó sus últimas chances de clasificar a la Champions.
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