Este viernes 8 de junio de 2012 comienza la Eurocopa. El torneo considerado por muchos como "un Mundial sin Brasil y Argentina", será un termómetro para medir a las potencias futbolísticas del viejo continente de cara a Brasil 2014.
Hace cuatro años en el estadio Ernst Happel de Viena, Fernando Torres, con su gol frente a Alemania, le daba a los españoles su primera Eurocopa desde 1964 y mostraba al mundo las primeras puntadas de una generación extraordinaria de jugadores que dos años más tarde llevarían al país ibérico a obtener su primer campeonato Mundial en Sudáfrica.
Los Xavi, Iniesta, Villa, Casillas y compañía, utilizaban el torneo continental como plataforma para lanzarse al éxito en el fútbol mundial pero no fueron los primeros.
En 1972, Alemania Occidental comandada por Franz Beckenbauer, con un insaciable artillero como Gerd Müller y el orden que impartía en el medio del campo Gunther Netzer, también ponía su cuota inicial de éxito mundialista en el torneo continental. La victoria 3-0 frente a la URSS en la final, era una muestra del poderío que los 'Panzers' desplegarían dos años más tarde en su casa para ganar el Mundial de 1974.
Las selecciones de España y Alemania, en aquellos años, encontraron la cumbre futbolística en el torneo más significativo, el Mundial, pero la historia también ha demostrado que la Eurocopa puede deslumbrar con espejismos que luego no llegan a concretarse y resultan en total fracaso.
Dinamarca en 1992 obtuvo una sorprendente victoria. Después de ser sacados de sus vacaciones de verano por una sanción que dejó por fuera del torneo a Yugoslavia, los nórdicos, de la mano de los hermanos Laudrup, levantaron el trofeo Henry Delaunay al vencer a Alemania. Pese al buen juego desplegado en el torneo continental, no se clasificarían para Estados Unidos 1994.
Exactamente igual le pasaría a Grecia que, contra todos los pronósticos, venció al local Portugal en la Eurocopa de 2004 para luego no conseguir una plaza en Alemania 2006. Aquel gol de cabeza de Angelo Charisteas que hacía presagiar un cambio en el orden mundial, solo se quedó en una romántica victoria para el país heleno y no se tradujo en un progreso mayor.
Por eso la incógnita que resolveremos durante este emocionante mes de competencia en la Eurocopa será: ¿Tendrá el 'viejo continente' un candidato serio para ser campeón mundial? La respuesta el 1 de julio.
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