En época de pretemporadas y contrataciones resulta conveniente pensar en los códigos éticos que en teoría rigen el fútbol y que tocan a todos los profesionales que participan del medio, o los que se hacen llamar profesionales.
Por estos días vemos como flamantes figuras de nuestro fútbol sacan a flote toda su “calidad humana” y códigos éticos. En días pasados se confirmó el fichaje por parte de Atlético Nacional del volante Luis Fernando Mosquera, figura y campeón con el DIM; jugador que históricamente ha sido catalogado de “Pecho Frio” en los equipos que ha militado, donde ha armado sindicatos, fingido lesiones y sacado directores técnicos. Hoy los hinchas del poderoso están indignados porque Mosquera no tuvo ningún problema para pasar al rival de patio a cambio de un dinero extra. Luis Fernando también es un jugador poco querido en Bogotá, los hinchas de Independiente Santa Fe no olvidan con facilidad el paso del “Mosco” por el cuadro Cardenal en 2008, donde se destacó sólo en los partidos que quiso jugar, fingió lesiones, no entrenaba al máximo y salió por la puerta de atrás de un equipo que en su momento pagó una cifra enorme de dinero por su pase.
Javier Araujo por otra parte le pintó la cara a los dos cuadros capitalinos. El 20 de Diciembre Santa Fe lo anunció como refuerzo, el ex jugador de La Equidad le dio su palabra al Presidente rojo César Pastrana y se comprometió a firmar el contrato en cita pactada el 23 de Diciembre en la Sede del Club, el jugador jamás llegó y peor aún jamás llamó a cancelar la cita y dejó esperando al directivo. Como si fuera poco, se anunció en días pasados su llega al cuadro azul, había palabra de por medio… y hoy se dio a conocer que Araujo es nuevo jugador de Juan Aurich en Perú.
Hacia final del torneo, se conoció como equipos eliminados en cabeza de sus dirigentes presionan y hacen ofertas a jugadores en competencia, desestabilizando los equipos incluso con llamadas cargadas de jugosas propuestas minutos antes de que esos jugadores salten a la cancha a jugarse por ejemplo el paso a la Final del fútbol Colombiano.
En Colombia los jugadores aran sindicatos, se paran y sacan al DT de turno cuando les viene en gana, sin importar que ellos son contratados para jugar fútbol y dar su mayor esfuerzo en entrenamientos y en la cancha, tal como lo hace cualquier empleado común en cualquier empresa. Sin duda alguna el jugador que decida NO trabajar debe ser licenciado por bajo rendimiento en el trabajo y perjuicio voluntario de su empleador, no es fácil imaginar el día que un empleado cualquiera deje de cumplir con sus funciones voluntariamente y el despedido sea el jefe, eso es un despropósito total.
Por otra parte el periodismo destruye y mete presión excesiva en los equipos que no son de su agrado o incluso a los equipos que son dirigidos por sus enemigos, para nadie es un secreto el odio desmesurado de algunos periodistas por jugadores, técnicos e incluso hinchadas. Algunos se preguntan cuántas veces Carlos Antonio Vélez ha atacado de manera vil y malintencionada DT’s como Fernando Castro o Jorge Luis Pinto, al mismo tiempo que con sus comentarios a ocultado la verdad y favorecido a otros como “Bolillo” Gómez o Eduardo Lara.
Muchos hoy nos preguntamos: ¿Si Santa Fe 2008 era un Ferrari, que tenía la obligación de ser campeón y arrasar a cualquier equipo desde la primera fecha, Si Pecoso Castro sería un mediocre si no sacaba a ese equipo Campeón… Hoy qué apodo recibe Nacional, qué obligación tiene, Santiago Escobar sería un mediocre si los verdes se quedan en primera fase en la Copa Libertadores? Aclaramos que es un ejemplo de la situación y que la mayoría de los equipos tienen algún periodista que intenta favorecerlos o perjudicarlos. Un comentario para reflexionar sobre los códigos éticos de unos periodistas que se acomodan según su conveniencia, sea porque son hinchas de un equipo o porque reciben algunos privilegios laborales a costa de los juicios favorables que emiten sobre los equipos de sus empleadores.
Algunos presidentes decidieron ganar partidos en el escritorio. Por ejemplo, si un equipo demanda un partido porque en la nómina había un jugador suspendido, tiene toda la razón para hacerlo. Pero, algunos tal vez recuerden las demandas de partidos por la norma Sub19, en 2009 un equipo perdió los 3 puntos por un jugador que estuvo en la cancha menos de 4 minutos, porque al parecer tenía doble documentación (El equipo que fue demandado claramente no conocía el hecho y sin duda no estaba intentando sacar ventaja deportiva, el jugador escasamente tocó el balón), el detalle es que el Presidente del equipo que demandó conocía el hecho previo al partido y en vez de informar al otro equipo, prefirió callar para manterlo como un as bajo la manga en caso de perder, eso es falta de ética.
Para algunos, pasar de un equipo al rival de patio es válido y respetable; algunos consideran que irse siempre al mejor postor es algo natural, otros creen que incumplir la palabra e irrespetar a la cabeza de una institución y toda su hinchada es algo insignificante, varios considerarán que los jugadores tienen todo el derecho a hacer sindicatos, sacar técnicos y pararse cada vez que les viene en gana, seguramente hay personas que consideran que ser un periodista mentiroso, amañado y sin ética es solo un pequeño detallito…
Sin embargo para miles de hinchas en Colombia y el mundo el equipo es tan valioso que merece respeto, el fútbol puede ser un negocio, pero no por eso ha dejado de despertar pasiones y sentimientos fuertes en las personas y mientras exista esa pasión, todos los que irrespetan los códigos son simples mercenarios que juegan con las ilusiones y la fe de todos los que sienten el fútbol de verdad.
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