Alemania, sin Philipp Lahm, y Francia, sin Karim Benzema, disputan mañana en la ciudad germana de Bremen (norte) un partido amistoso con tintes históricos que servirá como último gran ensayo antes de la Eurocopa de Polonia y Ucrania del próximo mes de junio.
Alemania, cuyo juego enamora y ha consagrado al Joachim Löw entre los técnicos más deseados de Europa, llega al partido con el cartel de favorito y muchas esperanzas de cara a la Eurocopa, pero con una serie de bajas importantes.
Las más sensibles, sin duda, son las del capitán Philipp Lahm, con una inflamación en la rodilla, y la de Bastian Schweinsteiger, aquejado de una lesión en el tobillo.
A esas ausencias se agregan las de Lucas Podolski, Sven Bender, Mario Götze y Per Mertesacker.
Se espera que Löw salga al campo con la formación más cercana posible a su alineación titular habitual, con Tim Wiese, que tendrá la oportunidad de jugar en su estadio, en vez de Manuel Neuer, y probablemente con Marcel Schmelzer en el lateral izquierdo, la posición de Lahm y Toni Kroos en el centro del campo en sustitución de Schweinsteiger.
André Schürrle muy probablemente ocupará la banda izquierda en el ataque, posición que le viene disputando a Podolski. No obstante, otra variante sería dejar a Schürrle en el banquillo y probar con Marco Reus -el mejor jugador de la primera ronda en la Bundesliga- en la banda izquierda.
El duelo contra Francia es el tercero de una serie de amistosos ante llamados grandes. Los dos primeros se cerraron con victorias, por 3-2 ante Brasil y por 3-0 ante Holanda, partidos que han sido vistos hitos en el proceso de una Alemania en ascenso que ganó todos los partidos de la eliminatoria europea.
Mientras las miradas se concentran sobre el preciosista juego germano, Löw intentó relajar las expectativas asegurando que "se juntan muchos factores que no hacen que la situación sea propiamente ideal", en referencia a las bajas, al parón de cinco meses desde el último encuentro de la selección y el poco descanso con el que llegarán la mayoría de sus internacionales.
La Francia de Laurent Blanc, por su parte, sigue intentando consolidar su buena marcha desde la sustitución de Raymond Domenech en el banquillo y buscar la personalidad que no consigue instaurar en su juego, a pesar de su impecable fase de clasificación.
La baja más notable para los franceses será la del delantero madridista Karim Benzema, en un partido en el que se vislumbrará el que podrá ser el próximo capitán de cara a la competición continental, con Eric Abidal, Hugo Lloris o Philippe Mexès como candidatos mejor situados.
"Habrá que hacerlo bien frente a uno de los mejores equipos del mundo actualmente, junto con España y Holanda. Es una buena prueba para ver dónde estamos", comentó sobre el partido el internacional francés del Bayern de Múnich, Franck Ribéry.
Se trata además de la 23ª vez que ambas selecciones se ven las caras en un terreno de juego, con 10 victorias para Francia por 7 para Alemania y 6 empates.
El último enfrentamiento, un amistoso disputado en París en 2005, se saldó con empate a cero. Los dos últimos partidos oficiales se saldaron con dolorosas derrotas para Francia, que vio como los germanos se impusieron en la semifinal del Mundial de España de 1982 y, de nuevo, en la semifinal del Mundial de México en 1986.
Alineaciones probables:
Alemania: Wiese; Höwedes, Hummels, Badstuber, Schmelzer; Khedira, Kroos; Müller, Özil, Schürrle; y Klose.
Francia: Lloris; Révellère, Mexès, Remi, Abidal; A. Diarra, M'vila; Ribéry, Nasri, Malouda; y Gameiro.
Arbitro: Paolo Tagliavento (Italiano).
Estadio: Weser Stadion de Bremen.
Hora: 19:45 GMT.
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