En un desafío de la vigésimo segunda jornada, Juventus recibió a Siena en Turín pero no pudo superarlo y tuvo que conformarse con un punto, al igualar sin goles.
De esta manera, la Vieja Señora logró mantener la primera posición, que ahora ocupa con 45 unidades, con todo que debe aún recuperar un encuentro, contra Parma, pero perdió la chance de escaparse en la cima, mientras que los albinegros, con 20 puntos, siguen en 17º posición.
Los bianconeri merecían más de lo cosechado y, en efecto, la figura del enfrentamiento fue el arquero rival, Gianluca Pégolo; sin embargo, los locales arriesgaron sobre el final y, como suele pasar en estos partidos, el equipo de Sannino hasta tuvo la chance de ganarlo.
Desde el inicio se vio que el encuentro no iba a ser muy fácil para la Vieja Señora, puesto que Siena se cerró muy bien, ocupó con orden e inteligencia todos los espacios de la cancha y le rindió la vida complicada a su rival.
Así, a pesar de su gran dominio, especialmente en la zona central, los bianconeri no lograron transformar su maniobra en ocasiones de gol y cerraron la primera etapa con apenas dos buenas chances, calentando los guantes de Pégolo con un disparo poderoso desde afuera de Vidal y con una desviación a quemarropa de Lichtsteiner.
En esa última jugada estuvo muy bien Prilo, con una asistencia realmente genial, pero también el arquero, sacando al córner con un estilo tanto espectacular cuanto eficaz.
En el complemento los locales atacaron con mucha más convicción, presionando con mayor constancia y logrando finalmente abrir algún agujero en la defensa toscana. Sin embargo, Siena siguió defendiéndose con todo y las ocasiones más peligrosas llegaron sólo en jugada de tiro de esquina.
En ese marco, el portero visitante marcó diferencia con un par de atajadas importantes y muy difíciles, para rechazar los cabezazos de sus adversarios, especialmente los de Matri y Chiellini (en ocasión del segundo el juego fue parado por una falta, pero la tapada había sido impresionante).
Todo ese enviste, sin embargo, produjo un pequeño desequilibrio, que Juventus fue pagando paulatinamente, dejándole cada vez más espacio a los albinegros, quienes tuvieron dos grandes ocasiones para anotar, rozando el 1 a 0 cerca del final del partido cuando Buffón concedió un rebote corto y Gazzi pudo rematar completamente solo desde el vértice izquierdo del área chica, para disparar malísimo y desperdiciar la jugada.
Sin embargo, la Vieja Señora antes de ese episodio había protestado con justicia por una falta de mano con la que Vergassola rechazó (involuntariamente) un remate desde afuera. La fata fue evidente y debía ser sancionada con la máxima pena, en una jugada muy parecida a la de la falta de mano de Pirlo no cobrada algunas semanas atrás.
La última grande jugada del enfrentamiento fue de Juventus y Giaccherini tuvo en sus pies el balón decisivo, cuando el delantero recibió en el área por izquierda y de derecha buscó el palo más lejano con un remate con comba que, lamentablemente para él, salió poco arriba del travesaño.
En suma, una ocasión desperdiciada para Juventus para poner una seria hipoteca en el campeonato, puesto que Milan igualó contra Nápoli y se podían "robar" otros dos puntos. Además, algo de preocupación deja esta igualdad, porque hay que preguntarse que hubiera ocurrido si el match del martes contra Parma no hubiese sido suspendido, tanto porque Juventus podía sufrir en ese encuentro cuanto porque
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