Con goles del brasilero Juan, Fabio Borini y Bojan Krkic, Roma le ganó de local en el estadio Olímpico capitalino a Inter por 4 a 0, en uno de los desafíos de la vigésimo segunda jornada de la Serie A.
Los giallorossi ahora se ubican sextos con 34 puntos y se pusieron a dos distancias de los nerazzurri, quienes se quedaron con 36 unidades y siguen en quinta posición, si bien los capitalinos cuentan con un partido menos, debiendo aún terminar el enfrentamiento de Catania, que se recuperará durante esta semana.
El partido, simplemente, no tuvo historia: como dicho muchas veces, el conjunto de Luis Enrique es muy fuerte cuando se le permite de jugar con ritmos normales y como Inter no corrió, el local pudo hacer lo que quiso.
Roma empezó muy bien, sumando tres claras ocasiones de gol con Borini, Lamela y Pjanic antes de que Juan anotara de cabeza al treceavo minuto, en jugada de tiro de esquina, aprovechando de la grande libertad que le concedió la defensa rival para poner un frentazo inatajable.
La reacción nerazzurra estuvo toda en una iniciativa personal de Milito, quien se llevó a pasear media defensa rival, se presentó sobre el límite del área, algo por izquierda, y desde ahí intentó definir al segundo palo, pero su disparo fue demasiado central y Stakelenburg pudo tapar sin problemas.
La Loba pasó a controla el juego con su buena posesión, acelerando de vez en cuando para buscar el segundo. Gol que primero rozó Lamela, con un cabezazo alto, y que al final anotó Borini al minuto 41, cuando Pjanic lo habilitó bárbaro y él, entrando algo por izquierda, se la llevó hasta el área chica, enganchó bárbaro para liberarse de Samuél y luego logró encontrar un remate afortunado, que pasó entre las piernas de Julio César y se fue a dormir al fondo de la red.
El mismo delantero abrió la segunda etapa con un gol al tercer minuto: el atacante, en la ocasión, picó bárbaro al límite del off-side, para recibir el pelotazo largo de Juan, controlar con el pecho en el área y definir con frialdad el mano a mano.
Si es que en algún momento el partido estuvo abierto, el 3 a 0 lo cerró definitivamente. Roma siguió haciendo lo que quería y terminó por transformar el resultado en goleada con un buen gol de Bojan al último minuto, cuando el español controló espaldas al arco un centro desde la izquierda en medio de tres defensores, aguantó muy bien el esférico, encontró la manera de darse vuelta y de derecha definió con un gran diagonal rasante, simplemente inatajable.
Un gran resultado para la Loba, que la relanza en zona Europa, pero sobre todo una performance triste y preocupante por parte de Inter, que no tuvo ni tampoco la clásica reacción de los grandes equipos, abandonado completamente a un destino fatal.
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