Con tres goles del estelar Lionel Messi, el seleccionado argentino de fútbol le ganó este miércoles sobre el epílogo al de Suiza por 3-1 en Berna, en el marco de un partido amistoso internacional.
Los goles decisivos Messi los estableció a los 42 y a los 47 minutos, el último de penal.
Argentina ganaba desde los 19 minutos del primer período, cuando Messi combinó con Sergio Agüero, el de Manchester City le devolvió la pelota con un taco y el crack del Barcelona, tras hacer la pausa y buscar el claro, definió abajo y a la izquierda del arquero.
Por el lado del local, Xherdan Shaqiri, a los 4 minutos del segundo tiempo, recogió un centro rasante procedente desde la izquierda del ataque y batió a Sergio Romero con un remate fuerte y ascendente.
La noticia preocupante para la Argentina fue el esguince en la rodilla izquierda que sufrió el batallador mediocampista de Estudiantes de La Plata Rodrigo Braña, quien en el entretiempo le tuvo que dejar su lugar a Fernando Gago.
Cuando llegue a Buenos Aires al Chapu se lo someterá a los estudios correspondientes para obtener un diagnóstico preciso.
En cuanto al juego, en este primer compromiso del año para el plantel que conduce Alejandro Sabella, la próspera sociedad entre Messi y Agüero fue lo más reconfortante.
También fue valioso el despliegue inteligente de Braña, tanto fue así que tras su salida a los anfitriones se los notó más sueltos y activos.
Desde el punto de vista albiceleste, ayudan para alcanzar un balance positivo los minutos finales, en los que se vio en plenitud el rendimiento de la dupla Messi-Agüero, que da la sensación de que puede llegar a ser formidable.
En el segundo acierto en la red, el Kun presionó en la salida de los suizos, recuperó el balón y se lo dio a la Pulga para que le sacara brillo. El rosarino aceleró, pasó como una ráfaga entre adversarios y acarició la pelota con su zurda magistral hasta hacerla pegar en el travesaño antes de que marcara la sentencia cayendo del otro lado de la línea.
Cuando todavía parecía perdurar ese grito de triunfo de Messi, Agüero se escapó por la izquierda, dejó un surco y buscó a Gonzalo Higuain dentro del área. El Pipita empezó a acomodarse y lo bajaron con clara infracción antes de que se decidiera a rematar o cederle el esférico a Messi, quien esperaba sediento a su derecha.
El penal le dio al tres veces ganador del Balón de Oro la oportunidad ideal para celebrar su primer triplete en el seleccionado mayor de la AFA. Y claro, Messi lo hizo.
Antes de esa diferencia notoria en la valla ajena, en el primer capítulo a Argentina se lo vio equilibrado y alimentándose de mitad de cancha hacia adelante de un Messi y Agüero buscándose con las luces encendidas. Y lo que es más importante, los dos pequeños grandes se encontraron y levantaron el nivel del juego en el Estadio de Suiza.
En el segundo segmento, a los de Sabella se los vio menos compactos en el centro de la cancha y por eso el rendimiento de los europeos mejoró. Por esa razón la igualdad temporal no fue consecuencia de una casualidad.
La nota de Argentina creció sobre el desenlace porque Messi y Agüero se juntaron de un modo perfecto y resultaron brillantes y determinantes.
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