La selección española goleó 5-0 a Venezuela en una exhibición de Andrés Iniesta y David Silva en La Rosaleda, que desataron la magia de un partido que remató Roberto Soldado con un triplete en su regreso, que incrementa aún más el debate del 9 en la última prueba antes de la Eurocopa 2012.
La salud de la campeona del mundo no puede ser mejor a tres meses de una nueva cita con la historia. A la Eurocopa de Polonia y Ucrania llega con un estilo inalterable. Un grupo de futbolistas que no rebaja su hambre de éxito. Con estrellas tan brillantes como Iniesta y Silva que evolucionan en su fútbol y se instalan en la excelencia. Con nuevos como Soldado, que derrumba la puerta en su regreso, e Iker Muniain que debutó. Ambos aumentan la competencia. España es una máquina de relojería.
Venezuela en pleno crecimiento. En desarrollo tras brillar en la Copa América, donde llegó hasta semifinales, era un ejemplo a lo que España se encontrará en la Eurocopa. El ser el rival a batir provoca planteamientos rivales repletos de respeto. Equipos replegados que te entregan el balón y van fuerte a la lucha. Que salen como balas al contraataque. Es cuando aparece la figura preferida de Del Bosque: Sergio Busquets. Frena al rival. Sus coberturas son de manual. Permite que los magos de unos metros más adelante se luzcan.
Del Bosque va dejando pistas en el camino a la Eurocopa. Apuesta por la figura de un delantero centro y guarda en el bolsillo la variante de jugar con un falso nueve. Sin Fernando Torres, el gran damnificado por su ausencia en La Rosaleda, el elegido fue Fernando Llorente. Remató todo lo que le llegó. Sin el acierto que tuvo Soldado.
España salta al campo a divertirse y a los pocos minutos ya ha dejado un testarazo al travesaño de Sergio Ramos. Triangulaciones veloces por el centro que cansan al rival. Ruptura por banda izquierda del "correcaminos" Jordi Alba. El heredero de Joan Capdevila para el europeo.
El encuentro comienza a ser de España y aparecen los futbolistas que desequilibran. Los diferentes al resto. La magia de Iniesta se compatibiliza con la de Silva. Cada conexión de los dos puede tener un resultado inesperado. Pases picados, combinaciones precisas y rápidas, taconazos. A ellas se sumó Cesc Fábregas. El sustituto hoy de Xavi Hernández que asistió en dos goles.
Venezuela se contentaba con mantenerse en pie. Solo un lanzamiento a Iker Casillas cuando Rondón cogió la espalda a Piqué. Los puños del capitán salvaron. La lucha de Miku y Arango fue estéril. 37 minutos de ataques de España hasta que derribó el muro. Dos goles seguidos al más puro estilo de la 'Roja', hoy la 'Azul celeste', un nuevo color con el que cuesta identificarla.
Iniesta definió con su tranquilidad habitual. Un toque sutil con la derecha ante el que nada pudo hacer Dani Hernández. Sólo tres minutos después Silva dejaba un golazo. Lanzó paredes a Arbeloa y Cesc para acabar la jugada con un zurdazo ajustado al palo.
Llegaba el momento de las pruebas. El regreso de Soldado ganado a base de goles. 45 minutos para demostrar que es una baza para competir con Negredo y Torres por un puesto en la lista final y le bastaron cuatro para marcar rodeado de jugones.
Una jugada con taconazo de Cesc, la pausa de Cazorla pegado a la línea de fondo y la media espuela final de Soldado en su primer gol como internacional absoluto. Aún sentía el cosquilleo por dentro cuando un pase medido de Arbeloa lo volvió a rematar a la red. Ocho minutos y dos goles. No había una forma más clara de devolver la confianza a Del Bosque.
El seleccionador tenía un nuevo sistema que probar. Defensa de tres -como la habitual de Pep Guardiola en el Barça- con Puyol, Piqué y Arbeloa. Poco tuvieron que defender. A Venezuela se le acabaron las fuerzas al quedarse en inferioridad numérica. Amorebieta vio la roja al derribar a Soldado cuando iba a marcar. En su noche perfecta falló un penal, pero cerró el festival goleador con su triplete. Una bonita acción de Jordi Alba la remachó.
Se divirtió España generando innumerables ocasiones de gol. Un vendaval ante Venezuela en su última prueba antes de la convocatoria de Del Bosque para la Eurocopa. Con los dedos cruzados para que no haya lesiones tiene todo claro salvo una demarcación. Soldado revienta la lucha del 9.
Este amistoso se disputó en el estadio La Rosaleda, de Málaga, ante la presencia de 25.000 espectadores.
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