Andrea Stramaccioni, de 36 años, dirigirá al Inter de Milán hasta final de temporada, tal y como confirmó el propio club lombardo. El hasta ahora técnico del filial sustituirá al destituido Claudio Ranieri, incapaz de enderezar el rumbo del equipo desde que accedió al cargo el pasado 22 de septiembre.
"El presidente Massimo Moratti y todo el Inter agradecen con sinceridad a Claudio Ranieri y a su equipo técnico su profesionalidad y empeño en estos meses al frente del equipo", reza el comunicado emitido por el equipo 'neroazzurro', eliminado de la Champions y la Copa de Italia, sin opciones en la Serie A, donde ocupa el octavo puesto tras sumar seis puntos en las últimas nueve jornadas.
El principal reto de Stramaccioni en las 10 jornadas que restan será alcanzar una plaza para la próxima Champions League. Tarea harto complicada, ya que el Lazio, actual propietario del tercer puesto, cuenta con 10 puntos más.
Se da la circunstancia que apenas unas horas antes de anunciar el despido, Moratti había ratificado a Ranieri, al que asismismo pidió mayor atención a la cantera. Esas promesas a las que conoce perfectamente Stramaccioni, un jovencísimo técnico que este mismo fin de semana conquistó las 'Next Generation Series', versión sub-19 de la Champions League, tras derrotar en la tanda de penaltis al Ajax en Londres (1-1).
Tras 29 jornadas, Ranieri se convierte en el décimosexto técnico despedido en la Serie A. Sustituto de Gian Piero Gasperini, el técnico romano enlazó una pésima racha desde febrero, donde apenas sumó dos triunfos, tres empates y seis derrotas, incluida la eliminación en octavos de Champions ante el Olympique de Marsella.
Mientras Claudio Ranieri caía derrotado en Delle Alpi frente a la Juventus de Turín (2-0), el técnico del filial del Inter de Milán, Andrea Stramaccioni, alzaba el Next Generation Series, el torneo que enfrenta a las mejores canteras de Europa y que consagró al Inter Primavera (como se conoce al segundo equipo neroazzurro) como el portador de los jugadores más prometedores del momento.
Su hándicap: la falta de experiencia
Anoche, Ranieri era destituido en favor de Stramaccioni, un técnico que, al fin y al cabo, sólo lleva unos pocos meses en la entidad y que, anteriormente, había formado parte de la Roma pero llevando, también, a los futbolistas de la cantera desde 2005 hasta 2011. Tal experiencia ha permitido a Stramaccioni dirigir y hacer progresar a jóvenes promesas aunque, obviamente, su hándicap es el no haber conducido a ningún equipo formado y sujeto a la presión que, a día de hoy, tienen los jugadores del Inter de Milán.
Futbolistas que han visto pasar por el Giuseppe Meazza a cinco entrenadores distintos(contando a Stramaccioni) desde que José Mourinho abandonó la entidad con el triplete en 2010 y que son conscientes de la necesidad de renovación de un equipo agotado, al que apenas han llegado refuerzos en los últimos años y que en raras ocasiones ha dirigido su mirada a la cantera. Allí se encuentran jugadores que podrían aportar las dosis de esperanza e ilusión que faltan en las filas de un Inter de Milán que marcha octavo en la tabla, a siete puntos de la zona que da acceso a Europa, y que inevitablemente mira con recelo a Stramaccioni.
Su falta de experiencia en la élite (tampoco pudo desarrollarse como jugador porque una grave lesión de rodilla se lo impidió), su juventud (36 años) y el ser todavía un completo desconocido para la gran mayoría, son argumentos que pesan demasiado sobre un entrenador que, si no quiere convertirse en un mero puente, está obligado a marcar las diferencias de aquí a final de temporada. Un reto duro pero no imposible para un técnico inexperto pero, quizá, sobradamente preparado.
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