Tras las declaraciones del presidente del Itagüí, Fernando Salazar, en las que señaló que “los jugadores de hoy son unas prostitutas vestidas de uniforme de fútbol”, el gobierno nacional decidió abrir una investigación para determinar las condiciones laborales entre clubes y deportistas.
Según el viceministro de Trabajo, David Luna, “El futbolista es propietario de su trabajo, motivo por el cual tiene la posibilidad de saber cuáles son las mejores condiciones para su desempeño profesional”.
La investigación pretende determinar, basado en el código sustantivo del trabajo, si se ha iniciado una persecución sindical, teniendo en cuenta las recientes declaraciones y las acciones que se puedan comprobar.
“En caso de que se llegue a probar esa situación, es obligación del Gobierno compulsar copias a la Fiscalía para que se aplique el Código Penal en esta materia”, aseguró.
La polémica nace a raíz de un doble contrato que tendría el jugador Jhoony Ramírez con el Chicó Fútbol Club y el reciente campeón colombiano Millonarios.
Fuente: lafm.com
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Esteban Tavera
@FtbolDeporteRey
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